“Blockchain” o cadena de bloques es la tecnología que está detrás de Bitcoin, la criptomoneda virtual que se ha hecho famosa por ser la primera de su clase y porque se ha relacionado con asuntos turbios. También es la tecnología que está detrás de Ethereum, que además de servir como base para una criptomoneda permite la realización de contratos inteligentes (smart contracts). La cadena de bloques está atrayendo la atención de muchos sectores porque promete cambios radicales que podrían beneficiar a los usuarios de la banca o del mercado eléctrico, entre otros sectores. En esta entrada del blog intentaré explicar qué es y cómo funciona la cadena de bloques y en otra entrada posterior hablaré sobre su posible uso en el sector eléctrico.

Una cadena de bloques es un libro de registro en el que se anotan transacciones entre dos partes, como por ejemplo “el 3 de abril Juan vendió 3 kilos de patatas a Antonio por 1,05 euros”. La misma naturaleza de la cadena de bloques impide que los registros contenidos en ella puedan ser alterados de manera maliciosa. Una de las características de la cadena de bloques es que esta seguridad no proviene de un supervisor externo que certifique la autenticidad de los registros, sino que surge del consenso entre todos los participantes de la cadena de bloques. Esto tiene consecuencias importantes. Por ejemplo, cuando la cadena de bloques se aplica a un medio de pago como es Bitcoin, deja de ser necesario un banco que intermedie en la transacción y que verifique su cumplimiento correcto. También deja de ser necesaria una moneda tal como la conocemos.

Una cadena de bloques es una aplicación descentralizada que funciona sobre la base de un protocolo P2P (peer-to-peer, al igual que el popular BitTorrent), que implica que todos los nodos participantes en la cadena de bloques están conectados entre sí. El libro de registro se almacena en todos los nodos, de manera que en todos ellos se puede encontrar una copia íntegra de él. El último elemento necesario para tener una cadena de bloques es un sistema que valide los datos mediante un mecanismo de verificación descentralizado.

El último elemento es el más importante en una cadena de bloques porque es el que asegura que no se hagan cambios en el libro de registro. Se basa en el consenso entre todos los nodos y hay varias maneras de llevarlo a cabo. Las más populares son la prueba de trabajo (proof-of-work) y la prueba de participación (proof-of-stake).

La prueba de trabajo es el mecanismo de consenso más habitual y se basa en resolver un problema que requiere cierto esfuerzo de computación. El problema consiste en obtener un código llamado hash a partir del contenido de un bloque (un bloque es un conjunto de anotaciones recientes en el libro de registros). El hash es único para cada bloque y no puede ser igual para bloques diferentes. La manera de certificar que las transacciones son auténticas es el consenso sobre el valor del hash que deber ser alcanzado entre todos los participantes de la cadena de bloques. Si la mayoría encontrara que el valor del hash no es el que debería ser entonces no se darían por válidas las transacciones contenidas en el bloque.

Las aplicaciones basadas en Blockchain se pueden dividir en tres categorías según su estado de desarrollo. La categoría “Blockchain 1.0” comprende las monedas virtuales como Bitcoin, que puede usarse como una alternativa a las monedas reales. El siguiente estado de desarrollo es “Blockchain 2.0”, que corresponde a los contratos inteligentes. Un contrato inteligente es un conjunto de cláusulas acordadas entre las partes que de manera automática se verifican cuando se dan las condiciones estipuladas. Esto se hace sin la necesidad de un tercero que verifique que ninguna de las partes cambia las cláusulas o elude sus obligaciones. Y, finalmente, “Blockchain 3.0” corresponde a un contrato inteligente más avanzado en el que unidades distribuidas y autónomas funcionan según sus propias leyes con una alto grado de autonomía. Por el momento esto sólo es una idea que no se ha desarrollado.

En una próxima entrada del blog comentaré algunos usos de los contratos inteligentes en el sector eléctrico.

Sergio Saludes Rodil
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