Antes de abordar nuestra visión de la interoperabilidad del sistema socio-sanitario, hay que entender que la interoperabilidad es la habilidad de dos o más sistemas o componentes para intercambiar información y utilizar la información intercambiada.

A medida que una organización incorpora aplicaciones/sistemas informáticos diferentes, se van formando lo que se conoce como “islas” de información, que terminan generando deficiencias en los servicios y bolsas de improductividad. La interoperabilidad consiste en el diseño y construcción de los puentes entre las islas de información.

El sistema socio-sanitario en España está formado por un gran número de organizaciones, tanto del ámbito público como del privado: sistemas sanitarios, agencias sociales públicas, asociaciones de pacientes, colectivos que brindan servicios, geriátricos, etc. Cada una de estas organizaciones brinda los servicios que necesitamos para desarrollar nuestras vidas y las de nuestros seres queridos de una manera confortable teniendo en cuenta parámetros de calidad, eficiencia, eficacia, efectividad y coste.

Una duda que suele surgir cuando se plantea avanzar en la interoperabilidad, es la necesidad real de desarrollar un marco de interoperabilidad para el sistema socio-sanitario. La respuesta intuitiva a este planteamiento es que, si no se tiene una estrategia o un plan, es como ponerse a construir carreteras, túneles y puente, sin contar con una planificación previa. ¿A alguien le parece razonable un planteamiento similar?

Sin embargo, en general, cuando las organizaciones desarrollan un plan estratégico de tecnologías de la Información, suelen mirar hacia su interior, enfocados principalmente en alcanzar sus propios objetivos (una isla óptima). Seguir avanzando en este sentido, sin duda dificulta realizar un planteamiento con un enfoque de 360º que nos permita cubrir de manera global las necesidades de las personas (continuidad en los servicios socio-sanitarios). El desafío es poder trascender de la problemática interna de cada organización y mirar también hacia afuera. Es necesario sacar partido de la información generada por todas las organizaciones para que se pueda compartir, utilizar y generar nuevos conocimientos.

Así pues, es preciso empezar a entender y a armonizar las necesidades de los usuarios y de las organizaciones desde una visión científico-técnica sistemática. Pero, una vez despejada la duda de trabajar sobre una estrategia de interoperabilidad, el siguiente interrogante que se suele plantear es la idea de ¿por qué es necesario basar una estrategia local o regional en estándares internacionales? ¿no es posible realizar un planteamiento local o ad-hoc?

Un posible enfoque para abordar esta duda está asociado a la sostenibilidad del planteamiento y a poder aprovechar una acumulación de conocimientos (no inventar la rueda).  Por esto, para poder avanzar en el diseño de una estrategia de interoperabilidad entre los sistemas de información socio-sanitarios es fundamental poder basarse en estándares de interoperabilidad internacionales. Estos estándares los promueven Organizaciones Desarrolladoras de Estándares (ODS) con las que es necesario colaborar por medio de los foros científicos y técnicos para poder contribuir en las evoluciones necesarias de los estándares.

Como hemos podido observar por medio de la participación de CARTIF con distintas ODS, así como con SIVI (Cluster de Soluciones Innovadoras para la Vida Independiente) y con la EIP AHA (European Innovation Partnership on Active and Healthy Ageing), una estrategia para desarrollar un marco de interoperabilidad socio-asistencial abre la puerta a la cooperación entre organizaciones de los diferentes ámbitos que quieran formar parte de los servicios socio-sanitarios. Los beneficiarios de esta cooperación somos todos los usuarios del sistema, porque de esta manera se podrá optimizar y racionalizar la utilización de los recursos, algo que es de suma relevancia para garantizar la sostenibilidad del sistema. Por otro lado, esto permitiría aumentar la transparencia y competitividad de las empresas tecnológicas para desarrollar nuevas soluciones que se puedan extender de una manera más simple.

Por último, estamos convencidos de que el planteamiento de avanzar en un marco de interoperabilidad socio-sanitario ayudará a que surjan nuevos productos que se desarrollen en PYMES tecnológicas.  Aquellas soluciones que tengan éxito localmente, tendrán la posibilidad de escalar sus soluciones a un mercado global de una manera más simple.

Pablo Francisco Viñas
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