Es probable que muchos aprovechemos los fines de semana para dar un paseo por el bosque o la montaña. Al volver a casa, impresionados por la belleza del paisaje, es posible que hayamos reflexionado con tristeza en el enorme daño que los incendios forestales causan en estos espacios. Todos tenemos que ser un poco responsables y darnos cuenta de que los bosques son una importante fuente de recursos. Por esta razón hay que intentar preservarlos y mantenerlos en buen estado.

En el sur de Europa, los incendios forestales amenazan gravemente su sostenibilidad. Según ha recogido Efe verde, sólo en España la superficie forestal afectada por incendios en 2016, es de 61.359,9 hectáreas. Esta extensión de terreno equivale a más de 61.000 campos de futbol.

En el caso de los incendios involuntarios, esta situación es debida no solamente a las altas temperaturas que se alcanzan en verano, sino a la biomasa forestal abandonada en el bosque tras las actividades de explotación forestal. Es, por tanto, de suma importancia realizar trabajos de mantenimiento y limpieza de los bosques y las masas forestales, mediante aclarados, podas, limpiezas de bosques, etc.

Estas medidas pasan por la necesidad de desarrollar nuevas formas de aprovechamiento de estos residuos biomásicos generados por la industria forestal (aserraderos, industrias de primera transformación, fabricantes de productos elaborados de madera, fabricantes de corcho y de pasta de papel), que una vez recogida su materia prima, abandonan en el bosque.

Por esta razón, en CARTIF estamos trabajando en la búsqueda de nuevas tecnologías de aprovechamiento de la biomasa como fuente de energía renovable para la obtención de energía eléctrica y térmica, así como para la producción de nuevos bioproductos. De esta forma se aumenta el rendimiento de la madera, evitándose además, por una parte la erosión del suelo y aparición de enfermedades de los árboles y, por otra, la eliminación de focos de aparición de incendios forestales.

Esta es la línea que sigue el proyecto europeo LIFE EUCALYPTUS ENERGY. El objetivo principal del proyecto es el diseño y construcción de una planta de demostración que valorice energéticamente la biomasa forestal procedente de las cortas forestales de Eucalyptus globulus, madera empleada en su mayor parte por la industria papelera.

Esta biomasa es, principalmente, biomasa de baja densidad (hojas y ramas) procedente de los aprovechamientos maderables de eucalipto y sobre la que, en la actualidad, no se está realizando otra acción que no sea su abandono en el monte. La idea que estamos aplicando en el proyecto EUCALYPTUS es emplear la tecnología de pirólisis -proceso por el cual se transforma la biomasa en ausencia de oxígeno- en un gas combustible que podrá aprovecharse en un motor para la obtención de energía eléctrica y térmica. Además, en este proceso se obtiene un subproducto sólido, el biochar, que se empleará en los montes como enmendante del suelo y mejorará sus propiedades.

Las razones por las que seleccionamos la biomasa de eucalipto y el lugar en el que se está realizando la construcción de la planta de demostración que es Tineo (Asturias), son principalmente porque la especie seleccionada cuenta con una gran presencia en la zona,  alrededor de 53.000 ha. Sin embargo, esta experiencia es fácilmente replicable a otras zonas y a otros tipos de biomasa.

Sólo hay que fijarse en la superficie forestal arbolada existente, que sólo en España asciende aproximadamente a 18 millones de hectáreas, un 33% más que hace 25 años. Y también, sólo en España, se producen 6 millones de toneladas de residuos forestales en sus montes. Son números que en nuestra cabeza deberían hacer multiplicar por mucho las expectativas de aprovechamiento de esta biomasa y los beneficios que ello produce. No sólo hay que tener en cuenta el valor añadido que aportan los productos generados, sino también la creación de empleo que lleva asociado.  El factor humano es importante, debido al progresivo abandono de las actividades “agrosilvopastorales” que se han producido en los últimos años, debido al éxodo rural.

Por tanto, quedémonos con algo positivo: la biomasa forestal puede generar una gran cantidad de beneficios. Ahora ¿sigues pensado que la biomasa es un residuo?

Ana Urueña Leal
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